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Mesa de debate: De los movimientos sociales a la gestión pública. Papel de los movimientos sociales, salto a la política institucional o trabajo al margen

Relatoria

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Temas

gobernanza y transparencia nuevos movimientos sociales y asociacionismo

ODS

ODS 11

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Conferencistas:

Elizabeth Santos, Fundavivienda-AIH, Venezuela

Bartiria Lima de CONAM-AIH, Brasil

Jaime Rello de MUP, México

Adel Azzabi, Asociación de Habitantes de El Mourouj 2, Túnez

Jai Sen, Escuela de Estudios Internacionales sobre Desarrollo y Globalización de la Universidad de Ottawa, FSM, India

Moderadora: Valeria Procupez, Universidad John Hopkins y representante del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos, MOI, Argentina.

 

Introducción

En el Auditorio Quetzalcóatl a las 9:20h del lunes 9 de diciembre se celebró la Mesa de Debate 1, entre los panelistas Elizabeth Santos de Fundavivienda, Venezuela; Bartiria Lima de CONAM-AIH, Brasil; Jaime Rello de MUP, México; Adel Azzabi de la Asociación de Habitantes de El Mourouj 2, Túnez; y de Jai Sen de la Escuela de Estudios Internacionales sobre Desarrollo y Globalización de la Universidad de Ottawa, Canadá. Esta sesión contó con la moderación de Valeria Procupez, de la Universidad John Hopkins y representante del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos, MOI, Argentina.

Valeria Procupez señaló que el objetivo de este panel es escuchar la experiencia de los movimientos de distintos lugares, sus reflexiones sobre sus logros como organizaciones y su acercamiento o no a las estructuras institucionales de gobierno. Las principales preguntas del panel fueron respecto a si los movimientos deben mantenerse al margen para tener alguna capacidad de presión sobre la estructuras gubernamentales, cómo se articulan con las distintas estructuras del Estado para evitar la cooptación y el conocimiento de la experiencia de movimientos que han participado en los procesos gubernamentales y cómo se mantienen sus procesos de decisión internos.

 

Intervención de Elizabeth Santos, Fundación Venezolana por el Derecho a la Vivienda, Fundavivienda- AIH, Venezuela

La ponente señaló que promovieron una ley desde la red metropolitana de inquilinos en la cual participa Fundavivienda que prohíbe los desalojos a nivel nacional. Destacó que tuvieron un trabajo de corresponsabilidad entre el estado venezolano y el movimiento social.

Su movimiento construyó una ley para proteger a los inquilinos de los desalojos que se daban con fines comerciales y especulativos. Desde su organización hicieron un diagnóstico y construyeron una herramienta jurídica, compartida con el entonces presidente Hugo Chávez. El ejercicio se inició en la ciudad de Caracas, que fue declarada libre de desalojos, pero más tarde se llevó a nivel nacional con el respaldo del gobierno del Partido Socialista de Venezuela.

La oradora señaló que esta experiencia fue muy enriquecedora y participativa. La constitución venezolana permite la participación del pueblo en la construcción de leyes: las organizaciones sociales, a través de la ley de mandato popular y por medio de la  recolección del 0,17% de firmas del registro electoral pueden solicitar a la Asamblea Nacional la redacción de leyes. Así se elaboró una nueva ley de arrendamiento.

Señaló que fue un trabajo de consulta en todos los estados de la República y en las plazas públicas, a la que se sumaron muchas organizaciones. Esta consulta fue sistematizada y se llevó a la Asamblea Nacional, de donde emanó la nueva ley de arrendamiento. Además, se creó una institución para regular el cumplimiento de la ley, de la cual su movimiento entró a formar parte de la directiva.

La participación en esta nueva institución fue difícil, puesto que se da una posición de funcionaria y al mismo tiempo que de movimiento social. Reconoció que fue una oportunidad muy positiva, al darse un cambio del paradigma de la estructura del funcionario burocrático que recibe los usuarios a un funcionario que ya sabe cuál es la situación que atraviesa el usuario, lo que le permite ser más cuidadoso y sensible.

Señaló que los tiempos burocráticos son muy difíciles porque los movimientos tienen la riqueza de la agilidad. Además, debe haber mucha comunicación con el movimiento sobre lo que ocurre puertas adentro de la burocracia y sus requerimientos. En este sentido reconoció que uno de los principales retos y aprendizajes de incorporarse a los procesos institucionales gubernamentales fue comprender que los tiempos sociales son diferentes a los tiempos institucionales y que no todo lo que se demanda desde los movimientos es posible en la arena institucional.

 

Intervención de Bartiria Lima, Confederación Nacional de Asociaciones de Moradores de Brasil, CONAM-AIH, Brasil

La ponente comenzó haciendo notar que necesitamos entender el momento difícil que viven varios países de América Latina y de todo el mundo. Para ella es importante entender el momento y el espacio en el que nos encontramos hoy, en el que las políticas de la derecha en América Latina son un reto enorme para los movimientos sociales que luchan contra los desalojos, la especulación y la depredación de los recursos naturales. En Brasil se viven conflictos de esa naturaleza. A través de las denuncias, los movimientos colocan el debate en tribunales internacionales. 

Señaló que están participando en nueve tribunales internacionales donde se denuncian violaciones contra los derechos humanos. Expresó que Brasil vive actualmente con un gobierno vergonzoso y que a pesar de tratarse un país con una de las constituciones más ricas en cuanto a políticas públicas se están desgarrando todos los avances en política social que se habían logrado y que están respaldados en la carta magna.

Su intervención destacó que en Brasil los movimientos sociales lograron políticas como la movilidad pública sostenible y atención gratuita de la salud. Sin embargo, actualmente todas esas políticas se están perdiendo en una afrenta a la Constitución.

La oradora puso sobre la mesa el papel de los movimientos populares y resaltó que una de las luchas más importantes es contra el control social, mediante la creación de consejos consultivos, locales, regionales y nacionales de naturaleza deliberativa. Resaltó que los movimientos urbanos luchan para que no se deje de discutir la política y la agenda se convierta en política de estado (como ocurre en Cuba, Venezuela y posiblemente México en el futuro). Mencionó que se desconoce hasta cuándo durará esa situación pero es necesario que América Latina siga resistiendo y luchando.

Advirtió que aunque México tenga un gobierno de izquierdas, los movimientos deben continuar: no se trata de luchar contra el gobierno, sino de ayudarlo a no retroceder. Señaló que en el gobierno de Luiz Inácio Lula el papel de los movimientos sociales fue el de impedir que existan retrocesos, porque romper con todas las dinámicas del capitalismo no es un proceso fácil.

Por último, enfatizó que los movimientos deben ser autónomos y deben lograr separar su espacio cuando un gobierno de izquierda llega al poder para evitar ser cooptados. 



 

Intervención de Jaime Rello, Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, UPREZ, México. 

El orador señaló, en lo referente al Movimiento Urbano, que lleva más de cincuenta años funcionando en diferentes etapas. Los años 70, explicó, fueron de la toma de la tierra y regularización en todo el país; con el sismo del 85 surgieron muchas de las organizaciones sociales de asuntos urbanos, solidaridad y lucha por la democracia; en el 88 se dio una participación masiva frente al combate a los fraudes electorales que ha estado sufriendo México incluso hasta el 2012.

Una de las cuestiones que se planteaban en los movimientos populares era cuál debería ser su participación por la democracia y la lucha política en el país. En 1988 muchos movimientos consideraron que no necesitaban participar y que debían conservar la autonomía, mientras que otros consideraron necesario participar y tomar el poder para que éste sea popular.

Destacó que en 1997 hubo por primera vez una elección de jefe de gobierno y delegados (hoy alcaldes) en la Ciudad de México, y muchos movimientos urbanos populares decidieron participar. Señaló que la propia compañera Clara Brugada proviene de estos movimientos, y muchos otros compañeros que juegan un rol importante en las cámaras y otros órganos de gobierno.

Se dieron cuenta de que no podían sustituir a los compañeros que se vincularon al gobierno porque no podían formar nuevos dirigentes para los movimientos en tan poco tiempo. Resaltó que con la participación en el gobierno tuvieron la oportunidad de ir construyendo políticas públicas emanadas de la experiencia de los propios movimientos, como es el ejemplo del Instituto de Vivienda (INVI).

En ese nuevo contexto, los programas que los MUP habían estado impulsando bajo represión se pudieron hacer masivos. Aunque se generan muchas experiencias que hoy son políticas de gobierno, la masificación lleva aparejada la pérdida de control y participación social. Destacó que en materia de educación también hubo avances como la cárcel de mujeres convertida en una primera preparatoria popular y la iniciativa "del campo a la ciudad", que comenzó como una cooperativa y con Clara Brugada se convirtió en programa de gobierno.

En el caso del movimiento, una de las cuestiones que se ha discutido es la autonomía,  algo mucho más difícil negociar con los compañeros que con el "enemigo". Aunque resaltó que hubo muchos logros, admitió que se gestó una dinámica de corrupción en el interior de los movimientos que derivó en una dispersión muy grande en múltiples organizaciones, algunas de las cuales se convirtieron en verdaderas empresas. Por tanto, según el ponente es necesario resolver la cuestión de mercantilización que provocó que las organizaciones perdieran su proyecto ideológico de nación y de ciudad y se enfrascaran en la gestión de las demandas.

En lo referente a la posición de su movimiento frente a este panorama señaló que en el año 2000 se plantearon, en una asamblea mundial de pobladores, retomar los conceptos del derecho a la ciudad y la defensa del territorio. La experiencia de Brasil en el Foro Social Mundial sobre esta cuestión sirvió de inspiración para la carta de la ciudad de México por el derecho a la ciudad y plantearse qué ciudad se quiere en todos los aspectos y no solo en la cuestión de la vivienda.

Por último, señaló que la ciudad está viviendo un proceso de gentrificación muy fuerte, como en toda en América Latina, y señaló que se necesita hacer frente a la ofensiva de la derecha fortaleciendo los movimientos sociales, la base para la defensa de un cambio. Recordó que no debemos pensar sólo en nuestro país sino en toda América Latina y en cómo fortalecer todos los movimientos a nivel mundial.

 

Intervención de Adel Azzabi, Asociación de Habitantes de El Mourouj 2, Túnez

Adel Azzabi  inició su exposición explicando el caso de la ciudad de El Mourouj 2, Túnez, con una población aproximada de 40.000 habitantes. Gracias a la Asociación de Habitantes de El Mourouj 2 se han impulsado procesos de gestión participativa para proteger el bienestar de los habitantes  y mejorar la calidad de vida. Las acciones que han llevado a cabo comprenden iniciativas culturales, solidarias, de educación ambiental y desarrollo sostenible local y de sensibilización colectiva de los actores a través de la promoción de los derechos civiles y humanos y la representación de los habitantes ante los organismos públicos y privados.

Asimismo, el ponente señaló que el deber es proteger el porvenir de las nuevas generaciones y tomar decisiones sobre nuestro patrimonio y nuestra ciudad para cuidarlos colectivamente, ya que el capitalismo ha desvirtuado los valores humanos, privilegiando la acumulación y usando a los jóvenes para las guerras y el conflicto.

 

Intervención de Jai Sen, Escuela de Estudios Internacionales sobre Desarrollo y Globalización de la Universidad de Ottawa, FSM, India

El orador inició señalando que la presentación de Jaime Rello le recordó a su experiencia en India. Señaló que la presentación del caso de Venezuela es muy poco común, ya que es raro que los movimientos tengan acceso a los niveles presidenciales. Respecto al caso de Túnez, expresó mucho interés por saber cuál es la composición social de las asociaciones de habitantes, que les permite tener acceso al capital social.

El interviniente mencionó que la idea de "sociedad civil" ampliamente utilizada es un producto de un nuevo régimen para intentar incluir, y es la base de los estados liberales para crear la ilusión de que todos están incluidos cuando en realidad hay muchos excluidos. Por ello cree que la idea de sociedad civil no se debería aceptar tan fácilmente. La segunda cuestión que se planteó fue ante la pregunta de la moderadora respecto a si los movimiento sociales deben estar fuera o hacer parte del poder del estado: señaló que los dos son posibles. 

Recordó que muchos han visto a Bolivia (hasta antes del golpe) como ejemplo de estado formado por movimientos sociales; también es el caso de Sudáfrica e India. En este último caso es el movimiento de la derecha el que ha construido más políticas sociales que la izquierda y ha tenido éxito en la construcción de poder con sus alianzas y estructuras económicas. Así, destacó que necesitamos entender el poder de las masas aun a partir de la derecha. 

Finalmente señaló que la emergencia de la crisis climática no debe ser olvidada: provocada por la sociedad, la madre tierra reacciona. Por ello el orador se plantea qué harán los movimientos sociales frente a este reto.

 

Conclusiones y cierre de la sesión

Elizabeth Santos concluyó su intervención señalando que lo que han logrado los movimiento sociales en Venezuela (llegar al presidente de la nación) fue posible porque Venezuela vive una revolución de un pueblo que ya no podía más con las políticas neoliberales; resaltó el gran apoyo que el Presidente Hugo Chávez dio a los movimientos sociales del país. También apuntó que no existe el "funcionario ideal" derivado de los movimientos sociales, para lo cual se debe tener una parte espiritual muy desarrollada, e hizo referencia a que hay compañeros que se han perdido en la dinámica de la institucionalidad. 

Por su parte, Bartiria Lima resaltó que en Brasil hubo varias políticas que buscaron incluir a los excluidos a través de los movimientos populares. La expositora mencionó que los movimientos tienen que criticar al gobierno porque no todo gobierno democrático desea necesariamente colaborar con movimientos sociales. Por eso es importante luchar y hacer críticas constructivas, ya que el apoyo de los movimientos a los gobiernos no debe ser ciego. Por último, enfatizó que ser activista o funcionario es estar en una misma lucha desde diferente trinchera y que se debe ser servidor del funcionario aunque sean compañeros, ya que son espacios diferentes. Para ella la autonomía es un aspecto esencial.

Adel Azzabi, concluyó su participación resaltando que en 2011 Túnez comenzó el proceso de la Primavera Árabe, que detonó el tránsito democrático. Explicó que estos movimientos devuelven la confianza a la juventud de que las cosas se hacen de abajo hacia arriba. También destacó que reuniones como las del OIDP son un gran ejemplo de que si se lucha juntos se gana el futuro de la humanidad y no solo de unos cuantos. Recordó hay que ser fuertes, tener esperanza y confianza en la juventud y preservar los derechos de las generaciones futuras.

Jaime Rello, concluyó su intervención señalando que los movimientos se quedaron con las demandas tradicionales de agua, vivienda, salud y servicios públicos, pero que han surgido nuevas demandas relacionadas con la migración, la violencia y los feminicidios. El otro asunto que señaló como preocupante es que están surgiendo movimientos sociales de la derecha, por lo que es necesario fortalecer los movimientos sociales populares. Según él, lo único que puede sostener a un gobierno democrático progresista y de izquierda es el apoyo desde la base. En cuanto a ser activista o funcionario de gobierno, el orador está de acuerdo en que ambos son la misma lucha desde trincheras diferentes. De ahí la importancia de la autonomía de los movimientos para que no se conviertan en servidores de los funcionarios y  no se caiga en el clientelismo. En relación a los jóvenes y su participación en los movimientos sociales, mencionó que se debe llegar a un entendimiento. Según él hay formas históricas de organización y de lucha que es necesario aprender para no sustituir formas valiosas de manifestaciones, como las marchas, por las nuevas tecnologías y la modernidad.

La sesión concluyó con la intervención de Jai Sen, que explicó que la situación en India ha forzado el estallido los nacionalismos, populismos y divisiones en el seno de grupos sociales y en las familias.